lunes, 17 de septiembre de 2012

el puente

Como cada día acudes al mismo lugar, te plantas en medio de la pasarela del puente, te apoyas en la barandilla y simplemente miras al horizonte, observas el barranco y por un segundo piensas en lanzarte, un pequeño impulso y dejar que la gravedad haga el resto. No lo haces, sabes que es un acto cobarde donde los haya y entonces miras al cielo y empiezas a ver que no todo es negro, que hay belleza en las cosas, en el movimiento de las nubes en la sombra que crean al tapar el sol, en el movimiento suave de las hojas mecidas por el viento, hasta en el ruido molesto de los coches tras de tí.

No te equivoques nada de eso te parece bello, es simplemente el espíritu de supervivencia del cuerpo que junto a tu cobardía te hacen ver las cosas de otra manera con la esperanza de que un día mas no te lances y, como todos los días, la cobardía gana.